Hermosa casa en Acequias con gran parcela posterior, ideal para instalar porche, piscina, jardín y huerto.
Acequias es un pueblo ideal para vivir, ya que combina perfectamente la tranquilidad y la seguridad de vivir en un pueblo bonito y con carácter de esos que ya no quedan, a dos minutos de todos los servicios, en los pueblos cercanos de Talará, Dúrcal o Nigüelas.
Su ubicación es perfecta, a 25 minutos tanto del centro histórico de Granada, o... en la otra dirección, a las playas de la Costa Tropical. La estación de esquí de Sierra Nevada se encuentra a unos 50 minutos en coche y espera a los más aventureros.
Es una casa amplia con magníficas vistas a la montaña, cuenta con una sólida con estructura de hormigón y con una pequeña reforma puede quedar espectacular.
En planta baja encontramos el garaje, un amplio salón, despensa, lavandería y un cuarto de baño. Junto al porche posterior encontramos distintas estancias dedicadas a trasteros.
La primera planta cuenta con tres dormitorios y baño completo.
En la parte posterior de la casa, encontramos una parcela con vistas a la montaña de unos 1.800 m2, de estos una parte es urbana, otra parte intermedia urbanizable y la parte final de unos 607 m2 que lindan con un camino posterior son rústicos, en este momento todo se cultiva como una finca, donde hay distintos frutales y olivos.
Esa parte posterior es ideal para construir un gran porche con barbacoa, piscina y jardín, junto al huerto.
La casa es perfecta para ser usada como vivienda habitual o como casa de vacaciones para los que buscan relajarse, descubrir nuevos lugares y pueblos auténticos llenos de cultura.
Si piensa que es la casa que está buscando, solicite una cita y conozca todos sus detalles.
¿Por qué comprar una propiedad en el Valle de Lecrín?
El Valle de Lecrín es un lugar único ubicado a 25 minutos de Granada y la Alhambra, 25 minutos de la playa y 60 minutos de la estación de esquí de Sierra Nevada. Un paraje absolutamente maravilloso situado al suroeste de Sierra Nevada y conocido por el impresionante contraste del color verde de los montes con los miles de naranjos del valle. Un manto de naranja intenso que inunda el valle llenando de un exquisito olor a azahar sus pequeños pueblos conocidos como los pueblos blancos de Granada. En este fascinante valle se puede pasear entre naranjos y limoneros, practicar actividades acuáticas en el pantano, adentrarse en sus ríos, disfrutar de su gastronomía y la tranquilidad de sus calles.