Casa de estilo inglés en Bonanova Encantadora casa para reformar en un reconocido pasaje privado de la Bonanova. Esta construcción de 1936 de estructura sólida, espacios amplios, techos altos y planta cuadrada, hacen de esta propiedad una de las mejores opciones para vivir en una casa, protegida por su valor arquitectónico, con todas las facilidades y los beneficios de vivir en la calle principal de uno de los barrios más solicitados. El acceso a... la vivienda se hace por un recibidor que lleva a cuatro espacios de salón comedor que giran en torno a dos patios que iluminan y dan vida a esta zona de la casa. Desde el mismo vestíbulo de entrada se accede también a la cocina, con una zona de lavandería y acceso a un pequeño sótano-bodega. De vuelta al vestíbulo principal, se encuentra la escalera que lleva a la primera planta de la vivienda, distribuida en dos habitaciones en suite con vestidor, una de ellas con acceso a una terraza privada. La segunda planta está distribuida en tres habitaciones dobles en suite, dos de ellas con vestidor. En la tercera planta hay dos espacios multifuncionales, uno de ellos actualmente con sauna y baño completo, desde donde se accede a una terraza muy disfrutable con una piscina-jacuzzi, con vistas despejadas al Pasaje Güell y gran intimidad, orientada al sur. Destacamos gran comodidad de disponer de un ascensor que conecta las distintas plantas. La propiedad incluye una plaza de parking exterior dentro del pasaje, y una plaza de parking grande en el edificio del lado. Opcionalmente, se puede adquirir por un valor adicional, una tercera plaza de parking pequeña en la calle Mandri. El conjunto de casas es cerrado y tiene vigilancia privada con horario de portería. Así como Sarriá y Sant Gervasi, el Barrio de la Bonanova tiene su origen a finales del siglo XVIII como zona de veraneo de las familias adineradas de Barcelona. Aunque no sería radicalmente distinto al desarrollo de los otros dos barrios, el distrito de La Bonanova inició una trayectoria propia marcada por las iniciativas privadas de urbanización y por la construcción de villas destinadas a la burguesía barcelonesa. En 1890, se urbanizó el Passeig de la Bonanova y a lo largo de su recorrido empezaron a levantarse lujosas fincas señoriales que desde entonces han impregnado este barrio con la esencia de lo exclusivo. A día de hoy esta zona es reconocida por los Barceloneses como una de las opciones preferidas por su configuración desahogada, la amplitud y la magnificencia de los espacios que configuran algunos de los mejores colegios, gimnasios o clínicas que gozan de unas instalaciones llenas de historia y que dotan a barrio de los servicios indispensables. Esta propiedad se encuentra dentro de un exclusivo conjunto cerrado de casas en un pequeño pasaje sobre el mismo paseo. Es una de las localizaciones más apreciadas por su buena conexión viaria, y por su cercanía con todo tipo de comercios que dotan de vida la zona.